A sus 23 años Gabriel ha descubierto una afinidad por el arte culinario a raíz de la pandemia. Y es que con el confinamiento en casa, muchas familias de hijos con discapacidad tuvieron que buscar nuevas formas para mantener rutinas y seguir trabajando en habilidades de desarrollo.
Gabriel Valente es un joven Italiano, de madre mexicana y quien desde sus primeros años cursó en escuelas regulares apoyado de maestras de co- enseñanza. En Italia es un derecho de los ciudadanos con discapacidad acudir a los mismos centros desde maternal hasta preparatoria. Gabriel habla español, italiano y algo de inglés. Le gusta el teatro, el cine, la música y el baile, no le gustan los videojuegos, ni los juegos con pelota.
Italia cuenta con programas de inclusión escolar con adaptaciones curriculares concretas, apostando por potencializar lo mejor de cada alumno con discapacidad y con la convicción de construir juntos un aprendizaje cultural. Aquí les compartimos el testimonio de Gabriel durante su paso por la preparatoria.
Al concluir sus estudios se unió al proyecto Albergo Ético, un programa dirigido para capacitar a personas con discapacidad y que muchos conocimos como “El primer hotel atendido por personas con discapacidad.” Este programa consiste en encontrar el talento y las mejores habilidades en los jóvenes para brindarles la preparación necesaria y después puedan formar parte de su plantilla laboral.
Así es como Gabriel comenzó su capacitación en cocina y restaurante.
Durante la formación su familia viajaba de una ciudad a otra ciudad para llevarlo. Gabriel se quedaba la semana viviendo en el hotel tomando los cursos y el fin de semana siguiente regresaba a casa. Así fue durante seis meses, lo cual le ayudó a tener mucho más confianza en sí mismo y autonomía.
También tomó un curso de mesero, estaba a punto de trabajar cuando de pronto se vino la pandemia y los planes del trabajo tuvieron que esperar; sin embargo ha continuado con cursos de cocina en línea; lo que le ha ayudado a mantener actividades en casa y a encontrar una gran habilidad, tanto que decidieron abrir su canal de YouTube e Instagram donde comparte recetas mexicanas, italianas y postres.
El tomar cursos de cocina lo ha llevado a superar sus propios límites, ha perfeccionar su concentración, ha mejorar habilidades al manipular los instrumentos.
Lo que mejor le ha funcionado a su familia: No poner límites y mantenerlo activo.
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