Sabemos que nuestro cuerpo está conectado, y que la forma en la que nos alimentamos tiene todo que ver en como nos vemos, y es así que existe una relación importante entre nuestra piel y nuestro intestino.
El intestino fue considerado durante muchos años de una forma mecánica . Un simple “tubo” por donde pasaba la comida antes de ser excretada.
Pero durante el siglo pasado aparecieron muchas líneas de investigación y se descubrieron muchas y asombrosas funciones.
Radiografía del intestino
Para comprenderlo mejor, hoy te contamos que existen 3 “actores” importantes es nuestro intestino:
- Las células que recubren el “tubo” intestinal por dentro, es decir, la mucosa.
- Las bacterias intestinales: la flora o microbiota.
- El sistema inmunitario intestinal.
La mucosa: forma una serie innumerable de pliegues que se llaman vellosidades, a modo de “origami” – el papel plegado japonés. Hace esto para aumentar la superficie de absorción en un espacio más reducido. Sin embargo, si estiráramos todas esas vellosidades , sería igual a la superficie de un campo de tenis (unos 300 metros cuadrados).
Y ¿por qué es tan importante que haya tan gran superficie? Para una mejor absorción de los nutrientes que le llegan con los alimentos
La flora: se llaman así a las bacterias que viven en el intestino. Tenemos 10 veces más bacterias que células.
Sistema inmunitario intestinal: aunque no sea un hecho muy conocido lo cierto es que el intestino es responsable del 60 al 70% de nuestras células inmunitarias.
Las alteraciones de la mucosa, como el síndrome del intestino permeable , se pueden asociar con cuadros como acné, la rosácea, la psoriasis o la dermatitis atópica.
De hecho esta bien documentado que algunos pacientes con psoriasis, pueden ser celíacos o tener intolerancia al gluten, lo que causa el sufrimiento y la inflamación de la mucosa intestinal.
Las alteraciones de la flora pueden originar “disbiósis” que sucede cuando se pierde masa bacteriana benéfica o microbiota intestinal.
Las bacterias patógenas el potencial de fabricar “Histamina” que en cantidades elevadas puede producir picores y erupciones o agravar cuadros como la dermatitis atópica, la psoriasis y la rosácea.
El segundo cerebro
A estos tres “actores” de los cuales hemos hablado hoy podríamos agregar otra función importantísima: la de ser el segundo cerebro.
Las alteraciones del segundo cerebro explican muchos estados anímicos que pueden acompañar a algunas enfermedades de la piel: estados depresivos, irritabilidad, ansiedad.
De allí que sea tan importante el enfoque integrativo: contemplar todos los síntomas del paciente, más allá de la piel, porque muchas veces responden a un mismo desequilibrio que hay que corregir.
Cuando sea así, corregir los trastornos intestinales puede mejorar algunas enfermedades cutáneas y ciertos estados anímicos que las acompañan.
Por eso la importancia de cuidar lo que entra en nuestro cuerpo, y la de nuestra familia.
Elegir siempre alimentos de preferencia orgánicos, pero de no ser posible, por lo menor evitar alimentos procesados, harinas, lácteos, e identificar cuales en lo particular nos inflaman, o hacen sentir incómodos.
Mi niña tiene la piel muy sensible, ha tenido hongos y lesiones como la de la foto, acné, la he llevado a infinidad de médicos y le han mandado cremas champús etc, nada funciona. Decidí quitarle la leche, sólo toma kefir y ahora el endocrino le prohíbe comer gluten, tendrá algo intestinal?
Pues eso solo lo puede diagnosticar un gastro, te recomendamos hacer cita con uno, y plantearle toda la historia clínica.