Conoce la historia de Dante

En la ecografía de la semana número 36, mi ginecólogo evidenció que el fémur de Dante era más corto de lo que él esperaba, aunque dentro de parámetros.

Luego me hizo algunas preguntas indagatorias y me solicitó la ecografía de la semana 14.

En ese momento me di cuenta de que algo no andaba bien, tanto que me comenzó a subir la presión afortunadamente no pasó a mayores.

Me dijo que había una probabilidad de que mi hijo tuviera SD.

Dado los protocolos por covid, mi esposo no estaba acompañándome en la eco por lo que cuando llegué a su lado sólo me puse a llorar y sentí mucho miedo a lo desconocido.

Dante nació el 24.07.2020, a las 38 semanas de gestación, yo la verdad estaba expectante por confirmar si el doctor tenía o no razón.

Cuando mi hijo salió de mi vientre sentí un silencio incómodo en la sala, yo sólo quería mirar a mi hijo y eso no sucedía.

Mi esposo salió de la sala de parto y yo no entendía lo que pasaba.

No entendía por qué no había alegría en esa sala si había nacido mi hijo!.

Por fin pusieron a Dante cerca de mí y creí ver sus ojos rasgados, mi bebé hermoso cesó su llanto cuando le dije “hijo soy tu mamá”…

Dante bebé recien nacido con síndrome de Down y sus padres

Se llevaron a Dante para hacerle más exámenes, razón por la cual no lo pude disfrutar inmediatamente como esperaba. Todo ello y el silencio de la sala me corroboró que Dante sí tenía SD.

Mi doctor fue a verme posteriormente a mi habitación y me dijo “tranquila, su corazón está bien”, información que como toda la que recibí en esos días en la clínica, fue una avalancha que poco y nada yo entendía.

Los especialistas que me visitaban intentaban tener palabras acorde a la situación pero nada me resultaba empático o tan sincero, salvo una matrona que se comunicó conmigo virtualmente, cuyo hijo tiene SD y me informó que ella era parte de un programa para niños con SD en la clínica.

Creo que desde el nacimiento de Dante pasaron por lo menos 1 o 2 meses en que me sentía culpable con mi esposo por “el hijo que le había dado”.

A pesar de que lo había conversado con él y ello estaba lejos de su sentir. Justamente entre las preguntas indagatorias del doctor en la ecografía número 36, fue: “Denise. ¿Qué edad tienes?”, en ese momento yo tenía 38 años…

Actualmente coincido plenamente con otras familias en que es muy trascendente la forma de cómo te entregan la noticia, más allá del diagnóstico.

Así mismo ambos, con mi esposo, tuvimos que recorrer el duelo de nuestro hijo idealizado y dejar nuestro ego de lado, así como también dejar fluir poco a poco la aceptación y amor por el bebé que había llegado a nuestras vidas.

Creo que en esos primeros meses, fui más veces a la clínica que en toda mi vida.

Dante necesitaba asistir a diversos controles para descartar patologías asociadas a su condición, sin embargo los hallazgos han sido mínimos.

No sé si tendría la fortaleza de las madres que han tenido que operar a sus hijos a los pocos meses de vida.

La pediatra de Dante me dio el contacto de una fundación para padres y gente cercana a mí también me decía que debía ir a una fundación para mi hijo.

Yo seguía sin entender mucho el por qué. Todo mi tiempo lo enfocaba en adaptarme a mi pequeño y en asistir a sus controles ya que soy madre primeriza.

Actualmente pertenecemos a esas dos fundaciones y ha sido lo mejor ya que hemos encontrado historias tan similares a la nuestra, ellos fueron las personas que nos entregaron la contención y guía que necesitábamos.

Hoy sabemos que tenemos un largo camino por recorrer

Un poco distinto, pero no menos hermoso y que nuestro Dante nos puede dar gratificantes sorpresas.

Hemos aprendido mucho con él y hemos dejado de lado poco a poco los miedos que teníamos basados en nuestro desconocimiento de la condición.

Dante nos llena de amor, no imaginamos nuestra vida sin él.

Hay veces en la vida en que los “maestros” de vida son dolorosos como; un desempleo, un corazón roto, o un fracaso, sin embargo agradecidos estamos que Dante sea un maestro que nos enseñe desde el amor que genere en nosotros.

Gracias por su honestidad y compartir su historia

Conoce más sobre @comomividacambio y su familia

 

 

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