Luego de 13 años de estar juntos sin hijos, decidimos ser padres y nos pusimos en campaña, dado que nuestras familias nos pedían todos los años un bebé, nosotros quisimos estar bien física, psicológica y económicamente bien, para poder ser padres, y el año 2019 sentimos que eso era así, y dijimos seamos papás.
Nos costó 9 meses quedarme embarazada, el 2 de enero del 2020 se desvincularon del trabajo y el 5 de enero del 2020 me sentí mal, me hice el test y bingo estaba embarazada.
Ese día que supe, fue uno de los días más felices de mi vida, en ambas familias, tanto la mía como la de mi esposo fue el mejor día, todos felices, llorábamos de felicidad, que por fin les daría en nieto, sobrino, ahijado que tanto anhelaban.
Fuimos a control en la semana 8 y estaba todo perfecto, luego fuimos a la eco de la semana 12 – 16 y todo bien.
Mi doctor se la jugó que era una niña, todos felices, hasta que fuimos a la eco de la semana 20 y mi gine me dice que ve algo raro en el cerebro y eran unos quistes de plexo coroideo, me trata con mucho tino y es la primera vez que me menciona que podía tener Síndrome de down.
Por la pandemia estaba sola sin mi esposo en el control, el me esperaba fuera en el auto, recuerdo que me corrió un frío por todo el cuerpo y lo tomé con mucha entereza cuando me lo dijo el doctor, pero una vez que se lo conté a mi esposo y mamá no paraba de llorar y de preguntarme porque yo!
El doctor me envió con un especialista a hacer otra eco
Y ahí el doctor me dijo que en la eco de la semana 12 se veía aumentada la translucencia nucal, que fue mal medida y me sugiere hacer un examen llamado Panorama.
Es una muestra de sangre materna no invasiva para saber el porcentaje que tenía de que mi hija tuviera SD, al principio no queríamos hacerla, dado que el hacerla no iba a cambiar nada, pero mi angustia y ansiedad por tener certeza, me lo hice , el resultado llegó de EEUU en dos semanas.
Recuerdo que me llamaron del laboratorio para confirmar la sospecha y efectivamente tendría una hija con un 91% con SD.
Ese día me acuerdo que fue el más triste de mi vida, lloré mucho y se lo conté a mi mamá quien estaba devastada al igual que yo, nadie sabía que era realmente.
No teníamos ningún caso cercano, mi esposo estuvo por mucho tiempo hasta el día del parto con negación, no creyendo en el examen y confiando que no sería así.
A diferencia mía que siempre supe que era así, desde antes que me hiciera el examen de sangre, pero él a diferencia de mí, nunca fue tema, yo estaba devastada, me obsesione y comencé a buscar información en todos lados, pero casi todo lo que leía y veía era triste y con malos pronósticos.
Tuve un pésimo embarazo antes del diagnóstico y después de él fue peor aún
Me acuerdo que lloré mucho, pero mi esposo me decía que todo estaría bien, eso me hacía olvidar por momentos y me ponía de pie nuevamente, seguimos con los controles.
En la eco de la semana 30 el doctor ve que hay doble burbuja en su estómago y me dice que hay que operar en tanto nazca, tenía tanto miedo ya de ir a controles, porque siempre eran noticias desalentadoras.
Me mandó a hacer examen al corazón y gracias a Dios eso sí se veía bien, como tuve mal embarazo tuve muchas contracciones y me tuve que hospitalizar en la semana 34 por polihidramnios y estar en cama sin poder moverme.
En la semana 36 rompí bolsa y tuve que planificar cesárea y nace nuestra amada hija un domingo 23.08.2020 en plena pandemia.
Nace bien dentro de lo esperable, no la veo porque se la tuvieron que llevar de inmediato a la neo y al otro día la operaron de su estómago, salió todo bien, y estuvo hospitalizada 12 días hasta que la dieron de alta y por fin la traemos con nosotros a casa.
Desde que llegó Chiara a casa y la pudimos tomar y sentirla junto a nosotros, nos cambió la vida a todos.
Ella nos alegra la vida, con su sonrisa al despertarse y al acostarse, es una niña feliz, amada por sus padres, abuelos, tíos, padrinos, primos etc.
Como nadie en la familia sabía que era el SD yo estudie todo mi embarazo con mi esposo, tomamos todos los cursos, leí todos los libros para tratar de ser una madre preparada y entregarle todas las herramientas a mi hija.
Para que el día de mañana pueda ser una mujer independiente, así también, les enseño todos días a nuestros seres queridos que es el SD es una condición y que son capaces de todo y más.
¿Hoy pienso que después de haberla pasado tan mal en mi embarazo, y haberme preguntado porque yo?
No podríamos vivir sin ella, ya que nos colma de amor, alegrías y aprendizaje, es lo más lindo que podemos tener como familia.
Que potente Marlene, no sabia que lo habías pasado tan mal, pero siempre eres fuerte y sales adelante, estoy muy orgullosa de ti y Carlos, adoro a la Chiara (aunque no la vea siempre, pero gracias a la tecnología estamos con ustedes), gracias por permitirnos estar en su vida, siempre cuenta con nosotros los queremos mucho y se que Chiara será Feliz e independiente!!