Conoce a @martin_down_up una familia de Chile que comparten en sus redes sociales lo maravillosa que es la vida de su hijo.
“Deseábamos tanto tener un hijo que le dimos un cromosoma extra, el del amor incondicional”
Eduardo y Paulina, papás de Martín.
Martín nació el 19 de septiembre de 2015, en la actualidad tiene cuatro años.
Es un niño muy sano y feliz que disfruta su vida y experiencias al máximo. Es cariñoso y querido, nunca pasa por un lugar sin llamar la atención.
Martín ha sido lo más maravilloso que nos ha pasado como familia, estoy agradecida y orgullosa por el hijo que tenemos, a mis ojos es perfecto.
Nos enteramos que Martín tenía síndrome de Down al momento del parto.
Vi que todos se miraban, nadie decía nada. Se llevaron a mi bebé con el papá y supuestamente en unos minutos me lo llevaban.
Pasó mucho rato y apareció mi pareja llorando. No hablaba, me imaginé lo peor hasta que me dice “Martín al parecer tiene síndrome de Down”, yo suspiré y dije “uff era eso”, ya me imaginaba lo peor.
Cuando llegó mi bebé por un par de minutos lo miré, lo besé, era perfecto.
Yo sólo al escuchar síndrome de Down me imaginé la carita de las personas nada más por eso imaginé que estaba todo bien. Esa noche Martín quedó en neonatología y yo sola leyendo sobre el síndrome de Down.
Ahí se me derrumbó el mundo, cuando leía tanta cosa posible que podía tener. Pero con los días descartamos varias cosas y nos fuimos felices a casa con mi maravilloso bebé.
En ese mismo momento que nos enteramos nosotros les dijimos a la familia y a los amigos, su amor fue incondicional para Martín.
Que importaba que tuviera síndrome de Down me dijeron “si lo estamos esperando hace tanto tiempo, es bello perfecto y sano eso es lo importante”.
Nos ha sorprendido que hay tantas familias con síndrome de Down, después de qué nació veía en todos lados niños y adultos como él.
Me encanta ver a las familias de ahora, como se sienten orgullosas de sus hijos y cada día son más integrados.
Por eso decidí hacer su cuenta de Instagram @martin_down_up para mostrarle a mis cercanos amigos y seguidores que Martín es como cualquier otro niño.
Las personas con síndrome de Down que había visto, las cuales no eran muchas, las veía y pensaba poco menos que eran todos igual, gran mito.
Ya sea físicamente o característicamente son todos diferentes, igual que todo el mundo.
Por ejemplo, Martín es igual a mi cuando era pequeña y eso me encanta.
Por ahora está en un centro de estimulación y el próximo año hará ahí mismo su pre kínder.
Aún no quisimos enviarlo a un colegio regular. Prefiero que sea más personalizada su enseñanza con sus terapeutas que entregarán las mejores herramientas para su vida escolar más adelante.
Les queremos decir a las familias que tengan un bebé con síndrome de Down o un pronóstico prenatal que no teman, todo lo contrario. No se imaginan todo el amor que recibirán.
Uno aprende a ver la vida de una forma más linda, a valorar todo el doble. Si uno disfruta con los logros de los hijos en este caso se disfruta el doble.