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Un embarazo anhelado, conoce la historia de Sara

Todo empezó con un test de embarazo positivo y con ello una nueva ilusión de ser bimadre, con menos de 10 semanas de embarazo te sentí, Mariposilla .… Fue muy especial.

Llegó el día de la eco del primer trimestre, me tumbé en la camilla y el Doctor empezó a decir cifras y cosas en bajo, que me pusieron nerviosa.

Me preguntó si quería saber lo que era  (Yo quería un niño) pero ¡¡¡ ES UNA NIÑA !!! 

La aceptación es inmediata.

El doctor seguía apretándole con el ecógrafo la tripa, y llegó un punto que me hizo algo de daño. Él seguía dando cifras y hablando bajito, hasta que dijo “translucencia nucal”, pude ver su cara de preocupación.

Se me paró la respiración, había leído sobre ello en mi primer embarazo. Me quedé muda. Estaba con mi hermano y él no entendía nada. Unas lágrimas recorrían mis ojos, tapando mi visión y acariciaron mis mejillas.

Pensé:
“Renacuajito, yo ya te quiero. Ya sé lo que tienes hija, pero no te preocupes, mamá está contigo. SEGUIMOS ADELANTE”.
Aguante la compostura hasta que salimos de la consulta y estalle en llanto abrazada a mi hermano.

Mi familia y amigos me ‘advertían’ de todas las dificultades que tendría si la tenía. Todo el mundo me hablaba de la ‘opción’, el aborto, inconcebible para mí.

Fue un proceso doloroso ya que este tema me acompañó casi por completo ya que ella fue prematura.

Me hice el test en sangre materna del que extraen un 10% del bebé con una fiabilidad de 96%. La espera del resultado fue una de las más largas de mi vida, y en TRES días una obstetra para una consulta rutinaria, me dio sin rodeos el resultado POSITIVO.

Su frase fue:
“Ya están los resultados, mira, sale Positivo”.

Podéis imaginaros mi SHOCK?!

No me esperaba esta noticia HOY.

No me lo esperaba, no estaba preparada, dije mientras lloraba y tragaba saliva. Maryam, mi hija mayor, estaba a mi lado en el carrito.

Sólo retumbaba en mi cabeza: “es positivo, tu hija tiene Síndrome de Down, es positivo… ¿Y ahora qué?”

El siguiente paso era hacerme amniocentesis, una prueba invasiva, pero decidí firmemente NO hacérmela.

Pues bien, esta decisión fue criticada y cuestionada por cada médico al que vi en las siguientes citas, hasta la semana 22 que es legal abortar en España.

Una vez que teníamos la confirmación y que yo seguía siendo firme en tenerla, mi familia se volcó conmigo y me apoyaron, y doy gracias a Dios por todo.

En la ecografía de la semana 20 le miraron el corazón

Y el doctor me dijo: “Laila, tú estás decidida a tener este bebé te diga lo que te diga, verdad?”

Se me hace un nudo en la garganta ….. Afirmó ….. Sara tiene una cardiopatía, CIV, Comunicación Interventricular, habrá que operar.

Fue muy doloroso, más que la noticia de su síndrome, mucho más.

Me preguntaba si viviría, si podría tener una vida ‘normal’.

El doctor me explicó que cerrar ese ‘huequito’ no es complicado, que hacen cosas mucho más difíciles. Así que no me quedaba otra… SEGUIMOS ADELANTE.

Desde aquel día la llamé ‘Corazón de Melón, dulce por dentro y fuerte por fuera’

Yo no tenía ni idea que las personas con SD tuvieran más riesgo de cardiopatías. Lo único que sabía era que tenían unos rasgos característicos, que podían tener deficiencias psíquicas o físicas. Todo daba mucho miedo. Pero era mi hija y yo quería conocerla, la cuidaría y apoyaría hasta mi último día.

Mi parto fue una cesárea de urgencia con 29 semanas de embarazo, ya que su corazón estaba latiendo con más dificultad.

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El parto fue bien y mi recuperación fue bastante buena. Sara midió 33 cm y pesó 850 gramos!

Pasamos en neonatos 96 amargos días, pero ella por fin salió!

Cuando mi familia y amigos la vieron, en foto claro, TODOS SE ENAMORARON DE ELLA.

No voy a negar que en neonatos me costaba creerme lo que estaba pasando, pero seguía haciendo piel con piel cada día, su mejor medicina.

Recuerdo una frase que alguien me dijo “tu bebé es como cualquier otro”.

Por sencillo que parezca, a mí me dio mucha fuerza, y pensé que las dificultades las superaríamos.

De momento la más dura fue el miedo a perderla durante el embarazo.

La siguiente fue en su primera operación de corazón que salió bien.

Y actualmente, estamos a la espera de fecha para su operación definitiva de corazón. Tengo miedo, pero no puedo más que confiar en Dios y dejarla en sus manos y las manos de los médicos.

Sara HOY tiene 11 meses, pesa 6 kg, mide 62cm, es una niña risueña.

Ya balbucea, repta, intenta sentarse, toma sus biberones sin las dificultades del principio, y ya come papillas!

¡Está hecha un roble! …. Su hermana Maryam la quiere muchísimo y es super cariñosa con ella.

Y yo…muero de amor viéndolas. Estoy segura de que tendrán un lazo muy estrecho y que estarán siempre la una para la otra. Yo trataré de llenarlas de amor, familia y buenas experiencias en sus vidas.

No pondré limites a nada, los límites los ponen ellas mismas, y llegarán hasta donde ellas se propongan, yo sólo trataré de allanar sus caminos.

Y por último os comparto esto que aprendí de otra mamá extraordinaria y es que cada persona viene con un coche y cada coche tiene un motor, unos corren más que otros, cada cual hace su camino y tarde o temprano llega a su destino.

¡¡¡Gracias por querer conocer nuestra historia !!!

Laila, Maryam y Sara.

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