Conoce la historia de Liam

Mi nombre es Yvvette, tengo 36 años, mi esposo Victor de 38 años, desde que nos conocimos fue amor a primera vista y más cuando nuestros planes para el futuro encajaban perfectamente, ambos queríamos hacer una familia!

Yo con una hija maravillosa de 6 años y el listo para ser padre … no esperamos mucho tiempo así que decidimos planificar otro bebé, solo tardó un mes para conocer el resultado tan esperado de una prueba de embarazo positiva.

Desde ese instante empecé mis controles médicos puntuales, el embarazo marchó bien mes a mes, alimentación sana, días tranquilos y mi esposo el más amoroso.

Ansiosos por saber el sexo pero debíamos esperar en el 5to mes para conocerlo y hacer el único ultrasonido en todo mi embarazo.

Fue un chequeo bastante minucioso, sus órganos en perfecto desarrollo, sus extremidades igual.

Y la noticia tan esperada … Varón!

Sin embargo siempre sentí como inseguridad de algo.

No sabría explicar pero dentro de mí había como un temor, en ese momento pensé que tal vez por estar en otro país … En fin.

Mi primer embarazo fue cesárea así que planifique junto con mi doctora un parto natural para el segundo bebé.

Pasaron los meses y cada vez más agotada por el peso, pero feliz de estar cerca de la fecha de parto tentativamente para el 15 de diciembre.

Recuerdo el 22 de noviembre empezar a tener contracciones, fueron 3 días de idas al hospital pero no podían inducir el parto por no tener 40 semanas, aunque ha sido el dolor más sublime del mundo.

El momento llegó, mi esposo más nervioso que nunca me llevó de nuevo al hospital y ya con 5 centímetros de dilatación era el momento!

No exagero cuando digo que fue la noche más perfecta de mi vida, la ciudad cubierta de nieve, mi habitación era muy acogedora, solo con dos enfermeras y mi esposo .

Hacía todo como me decían, para no cometer errores, llamaron a la doctora porque empezaba a asomarse la cabeza del bebé y yo felizzz!

Ella entró, puje tres veces y salió Liam, no escuche su llanto, inmediatamente le vi la cara a mi esposo, un poco desconcertado, con una sonrisa a medias y le pregunté si pasaba algo malo, respondió no, no pasa nada.

Lo colocaron en el pecho porque así lo pedí desde el principio, fue cuando la doctora nos dijo, su bebé nació con síndrome de down.

Quede paralizada, todo a mi alrededor era negro, creo que fue como shock porque hay cosas que no recuerdo

Era como si en vez de celebrar la vida algo había muerto en mi interior.

Empecé a llorar tomando a Liam muy fuerte y en mi mente me preguntaba ¿porqué? ¿Qué hice mal? ¿Cómo será su salud? ¿Qué haremos?

Nunca lo imaginé y menos conocía de esta condición.

No pare de llorar, recuerdo que una de las enfermeras lloró a mi lado y me dijo: “todo estará bien”.

Mi esposo solo me abrazó y nunca más me soltó la mano, literalmente.

Liam debía estar en cuidados intensivos y yo en mi habitación, sin decir una palabra, solo llorar y pensar mucho en como se lo diría a la familia y a todos!

Fue una noche larga y con el duelo en el corazón, al día siguiente empezaron las noticias de su salud… tenía una cardiopatía, debían realizarle muchos exámenes médicos.

Fue cuando mi esposo se derrumbó en llanto sin soltarnos las manos nos dimos ánimo mutuamente, fue un breve momento para él de debilidad (tomando en cuenta que no conocíamos nada del tema).

La verdad en el transcurso del día no quise verlo, pero esa noche subimos, era tan hermoso, muy blanco y rubio.

Pasó 15 días en cuidados intensivos donde me daban diagnósticos diarios, que no había pasado la prueba de audición, que la madre es la causante del síndrome de down en los niños … Un día su nivel de oxígeno bajaba, otro día estaba bien …

Todo esto mientras luchaba con mi depresión en silencio, pero trate de hacerlo bien, dándole amor a Liam e intentando cada día amamantarlo!

Me regalaron un libro de niños con síndrome de down en el hospital, simultáneamente buscábamos información en internet … entramos en un mundo maravilloso y desconocido, pero con fe en Dios y muy optimistas.

Nuestro Liam es un guerrero

No solo tomó pecho, sino que su prueba de oído salió perfecta a los dos meses, su cardiopatía no es problema para él, aun los chequeos médicos no paran y nuestra fe tampoco.

Liam, bebé con síndrome de down en su primer cumpleaños

Logramos hacer BLD (alimentación complementaria autorregulada), y junto con sus terapias físicas, también hemos tenido muchísimos avances.

Él logra todo, lo único es que se toma su tiempo.

Mi esposo dice que si lo ponen a elegir entre un niño regular y otro con síndrome de Down no sabría a cual elegir.

A las mamis que esperan bebés con síndrome de Down y tienen miedo les digo:

Se vale llorar, preguntarse ¿porqué? ,esa respuesta la tendrás en su momento.

Vivir el duelo es válido, porque efectivamente no nació el hijo que deseabas sino, uno que te cambiará el mundo y del cual no querrás salir, hazle caso a tu instinto y tu corazón! 

Gracias por su honestidad y compartir su historia

Conoce más sobre @liam_lovesyndrome y su familia

 

 

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