,Luego de 8 años de búsqueda, diversos tratamientos y planes de embarazarnos nuevamente, nos llevó a la resignación de quedarnos con un solo hijo, dejándolo en manos de Dios, se hizo su voluntad manifestada en su obra milagrosa, nuestro David Fernando, quien llegó a mi ser, como un embarazo pleno y saludable.
Todos los controles médicos arrojaban niveles de normalidad
Para mayor tranquilidad y confianza mantuve control médico con dos gineco-obstetras.
Me realicé los ecogramas en 4D y 5D los cuales confirmaban estar todo bien, incluso me permitió desenvolverme y trabajar hasta las 37 semanas de gestado.
El 13 de Noviembre de 2015 comencé a sangrar por lo que llamé al médico y decidimos irnos hasta la ciudad de Valera- Trujillo donde me practicaron la cesárea.
El equipo médico, incluyendo al pediatra, informaron la normalidad del bebé; sin embargo, en horas de la noche noté que no lloraba .
Evento que me alertó porque el bebé de la habitación de al lado si lo hacía, también al momento de lactarlo su succión era muy lenta por lo que decidí consultarle al pediatra.
Este precedió a realizarle los chequeos físicos de rutina manifestando estar todo en perfecto estado por lo que fuimos dados de alta.
Regresamos a nuestra ciudad felices con mi bebé hermoso, así lo veía toda la familia.
A los 8 días de nacido David comienza a presentar un salpullido y pigmentación amarilla en su cuerpo, acudimos de inmediato al pediatra quien nos solicita el tipeaje sanguíneo de mi esposo y mío.
Ante estos síntomas el diagnóstico fue Ictericia por lo que permaneció hospitalizado durante tres días recibiendo tratamiento estricto y terapia de lámpara.
Durante estos días notaba que la doctora lo observaba e indagaba mucho si procedíamos de familias indígenas y si al nacer le habían hecho los exámenes rutinarios.
Y así continuamente seguía interrogando.
Antes de darlo de alta me pregunta quien me buscaría porque debía dar una noticia a la familia, en vista que para el momento todos trabajaban me informó a mi sola.
La noticia era que estimaba que mi bebé tenía Síndrome de Down, sin embargo, para confirmarlo era necesario ser referido a un especialista en genética y practicársele prueba de cariotipo.
Confieso que aún no se cómo explicar lo que emocionalmente sentí, pero experimenté miedo, preocupación y asombro para abordar la situación.
En toda esta mezcla de emociones razoné que el mejor antídoto ante el miedo es la información y el apoyo de tus seres queridos.
Dejándolo todo a la voluntad de Dios; lo que nunca pasó por mi mente fue el rechazo, mejor aún … el amor se acrecentaba.
Decidimos buscar varias opiniones médicas, sin esperar los resultados que determinarían si lo tenía, empezamos a documentarnos por internet y con amigos médicos e iniciar la estimulación temprana.
Al mes recibimos los resultados
Estos confirmaban 100% síndrome de Down por lo que inmediatamente iniciamos el camino de las respectivas evaluaciones médicas con especialistas en pediatría, gastroenterólogo, cardiólogo, oftalmólogo, fisioterapeuta, fisiatra, neurólogo, otorrino, terapia ocupacional y del lenguaje.
Recibió Equinoterapia (Actividad asistida por caballos) y Delfinoterapia (Técnica de interacción con delfines).
Su diagnóstico arrojaba que caminaría a los 3 o 4 años de edad, aferrados a Dios, a nuestra constancia y dedicación, lo vimos caminar al año y medio, realmente confirmo que lo único imposible es aquello que no intentamos.
Esta maravillosa y nueva experiencia de vida nos condujo a trazarnos una meta familiar cumpliendo con una misión que beneficiara al prójimo.
Creación de una fundación
Luego de 2 años de exclusiva atención terapéutica a nuestro David, surge crear la fundación Mundo Down, una institución sin fines lucro que busca la estimulación temprana para un mejor vivir de la persona con SD.
Orientando y apoyando a sus familiares e insertándolos en la sociedad a través actividades y talleres que motiven el descubrir de sus habilidades y potencialidades. De este modo, minimizar el alto índice de desmotivación y desatención al SD.
La fundación inició con 5 personas Down y actualmente cuenta con una matrícula de 49 personas entre hembras y varones.
A Dios gracias, David ya cuenta con 5 años de edad, sus logros van a su ritmo no al nuestro … actualmente cursa sala de 4 años de educación inicial en una escuela regular, continúa con sus terapias del lenguaje y con consulta de Psicopedagogía.
Establece relaciones sociales saludables, demuestra afecto a las personas queridas, todo su sistema orgánico actúa de forma saludable, sigue instrucciones, utiliza los recursos tecnológicos perfectamente.
Más que pedir, agradezco a Dios por bendecirnos con David, un niño lleno de amor y ternura que habitualmente nos sorprende con sus avances cognitivos.
He escuchado a madres hablar de un hijo ideal, yo le agregaría la plenitud de un hijo real y David Fernando es el hijo real que mil veces quisiéramos tener en nuestras vidas.
Nos llena de alegría con sus anécdotas y da un sentido mágico a nuestros días.